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Bewertung
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Fue muy bueno comer allí, los postres caseros fueron excelentes, aunque destacaría el ambiente agradable y la simpatía de su camarera. Después de hacer un recorrido por la montaña alrededor de la zona, y cambiar, nos acercamos a este restaurante al reservar en el último minuto, y aparte de hacernos huecos nos permitieron estar dentro con el perro. Y frente a lo que otros restaurantes pueden hacer, en la mesa de al lado tuvimos la mala suerte de tener una dama antiperros rudos que podría darnos la comida, pero la camarera amable, en lugar de invitarnos a salir, destacó el buen comportamiento del perro que era formal en todo momento. Y nos confiaron que volviéramos cuando quisiéramos. Es ciertamente una actitud positiva y muy aplaudible, deseo que haya más restaurantes como este con empatía, lógica y bondad.