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Bewertung
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Estuvimos en Esterón, el bar que está pegado y que es del mismo dueño. Era lunes por la noche y el bar estaba lleno total, sin mesas libres. El personal sacó la noche adelante de forma extraordinaria, solo una cocinera en la cocina dando de cenar a todas las mesas, un camarero solo en la barra cortando jamón y poniendo bebidas, los camareros súper amables y rápidos, no podían ir más rápido. Claramente falta personal, es una pena ver cómo profesionales así de buenos tienen que trabajar a la carrera para salvar el servicio. Las tapas son un escándalo de buenas que están, la calidad estupenda pero lo que de verdad se merece un premio es la cocinera y los camareros, que cada uno de ellos vale por dos. Si no fuera por el sobresfuerzo que hemos visto hoy, el servicio de esta noche habría sido imposible de sacar adelante. Si me lee el dueño, por favor, hemos ido varias veces y no es la primera vez que les vemos trabajar a un ritmo completamente extenuante.