3 /5
Bewertung
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Llegamos con las expectativas un poco altas. Lo peor fue que nos sentaron prácticamente en medio de la sala rodeados de mesas que justo dejaba pasar al camarero y a veces pasaba su trasero por encima de nuestras copas. El aire acondicionado nos iba directo a la cabeza y daba malestar e incluso dolor de cabeza. Las raciones son justas pero de calidad. Los precios tirando a caros. No encuentro bien tampoco que si pedimos tarta de whisky, el camarero nos ofrezca bautizarla y que luego en la cuenta nos venga el recargo del whisky sin ningún aviso. Normalmente no suelen cobrar por poner whisky y menos del baratísimo! En total pagamos más de 80€ por dos personas, solo de tapas. Si volviéramos sería para ir a una mesa más discreta y separada.