4 /5
Bewertung
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Hicimos la reserva para las 14.30 pero tuvimos un problema y accedieron muy amablemente a cambiarnosla para las 15.30 horas. El restaurante es pequeñito pero encantador, tiene poquitas mesas, para mi gusto muy juntas, pero las pizzas estaban muy ricas. Al llegar pedimos la pizza de temporada que llevaba calabaza y patata, muy buena y luego otra, la cosacca, algo simple pero de sabor perfecto. La de temporada, q se llamaba spicy calabria nos la adaptaron gustosamente al no comer carne. Ambas pizzas nos las sirvieron a la vez y una de ellas se enfrió, pero accedieron sin problema a mantenerla en el horno para que estuviera caliente. Pedimos también un vino tinto muy rico, algo caro, pero como casi toda la bebida de los restaurantes. En total nos gastamos sobre 52 euros, 22 € por el vino, 15.9 la de calabaza y 13,9 la otra. Como cortesía de la casa nos invitaron a dos chupitos, uno a cada uno. Lo que no nos gustó es que quitaron la música de fondo. No se si volveremos, pero merece la pena probarlo al menos.