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★
Nos sentamos en una mesa cuatro personas con 3 perros atados y el dueño nos dijo que cambiásemos a una mesa más pequeña en un extremo de la terraza a lo cual accedimos sin problema. Cuando él mismo llega con las cartas y nos dice que unos clientes se han quejado porque hemos dado de beber a los perros y que han derramado un poco en el suelo de la calle y que molestan. Nos dice que el se encuentra entre la espada y la pared y que que puede hacer el. Nos quedamos muy asombrado porque no vimos a nadie quejarse y además parecía que le teníamos que entender. A lo cual contestamos que nos estaba echando, usted es el dueño y no vemos a nadie que se haya quejado. Sería mejor que desde el principio hubiera dicho que no admite animales en la terraza, cosa que está dentro de lo razonable ya que es su negocio.