3 /5
Bewertung
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Es un horno muy bueno. De esos hornos tradicionales de pueblo. Donde hacen el pan con calma y cariño. Además tienen muchos otros productos típicos de horno y mini-pastelitos. Pero a destacar el pastel de manzana, que está brutal. Eso sí, el servicio es pésimo. Antes era bastante rápido, pero cambiaron de lugar el local (simplemente cruzaron a la otra acera) y desde entonces el servicio ha empeorado mucho. En general solo hay una persona para atender a la gente que va a comprar algo, y esa misma persona, una mujer bastante simpática, es la que se suele encargar de hace los cafés. Pero hoy que, como tantas veces he ido, le ha costado casi diez minutos preparar cinco cafés. Estaba yo esperando a ser atendido y, con esa tardanza, se ha hecho una cola de 6 consumidores. Y ninguno era universitario (que acuden con frecuencia pues está muy cercano el horno a una sede universitaria de la Universidad Católica de Valencia). Casi 10 minutos esperando y eso que era el siguiente en ser atendido. Necesitan a alguien más atendiendo a los clientes o que una persona se encargue de vender y otra de hacer cafés. Lo malo es que hay una trabajadora pelirroja que nunca olvidaré una vez que me atendió (a finales de 2017) y le pedí un trozo de tarta de manzana, lo manoseó todo clavando los dedos en la porción que me dio. Por suerte no es la que lo da de normal. Es un horno excelente y hacen productos muy buenos, pero un pésimo servicio hace que pase a ser un horno y punto. Lástima. Por mi parte, mientras tenga que seguir yendo a la zona, seguiré yendo a por algo de almorzar allí, porque vale la pena. Pero por favor, que mejoren el servicio y que atiendan con más velocidad, porque sino, te pasas allí dentro casi diez minutos esperando a que hagan unos cafés con toda la calma del mundo, y no tienen en cuenta que, no todos tenemos mucho tiempo para almorzar.