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Bewertung
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El pasado martes 7 de Septiembre de forma imprevista acabamos por Valladolid, sin reserva y de forma imprevista encontramos este sitio. En principio sólo íbamos a tomar algo rápido e irnos, pero su carta nos cautivo, esa variedad de hamburguesas o mejor dicho pepitas capta tu atención, además de disponer de una variedad de entrantes adecuada para empezar a picar antes de la pepita, dispone además de un menú infantil bastante atractivo por las opciones a elegir, así como, lo disponible con ese menú y su precio. Pedimos un entrante llamado dips, un menú infantil, una pepita castellana y dos pepitas serranitas, además de dos postres para terminar, el pudding de toffe y una tarta de queso. Acabe sorprendido gratamente del tamaño de las pepitas así como de su sabor, simplemente magnífico. La atención inmejorable, al atendernos nos dieron recomendaciones de algo tan simple como son las patatas algo que demuestra implicación y querer que el comensal disfrute. Un sitio al que volver por su comida, por la atención que te brindan y el propio restaurante.